Un bloque negro (o black bloc, en inglés) es una táctica de manifestación donde sus participantes llevan ropa negra,[1] para evitar ser identificados por las autoridades.
La táctica fue desarrollada en la década de 1980 en Europa por activistas autonomistas en protestas antinucleares. Los bloques negros ganaron atención de los medios fuera de Europa durante las manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle en 1999, cuando un bloque negro causó daños a propiedades de GAP, Starbucks, Old Navy y otros comercios de Seattle.[1][2]
En la actualidad, esta táctica está asociada principalmente a movimientos anarquistas,[3] autonomistas, feministas y fundamentalmente del movimiento antiglobalización presente en las manifestaciones que se desarrollan en diversas partes del mundo.
Según algunos activistas que participan en los bloques negros, no utilizan la violencia contra personas; y si lo hacen es hacia símbolos del poder político.[4][2] Atendiendo a esta tesis, la agresión a personas se da únicamente como forma de autodefensa, normalmente hacia la policía.[5] En la actualidad existen bloques negros tanto violentos como no violentos.
En los medios de comunicación masivos se describe con frecuencia al bloque negro como una organización internacional,[4] a pesar de no existir tal organización y ser meramente una táctica empleada en manifestaciones por pequeños grupos ideológicos.[4] También se ha planteado que sean actuaciones permitidas o incluso orquestadas por terceros agentes e incluso por el propio sujeto pasivo de la manifestación para provocar altercados durante la misma para situar a esta como una actuación violenta o irracional y así desprestigiar su propósito o al sujeto pasivo a través de los medios de comunicación de masas, e incluso como táctica para dinamitar desde dentro el ánimo de los manifestantes o para justificar el uso de medidas represoras contra estos.[6][7][8]
Las personas manifestantes buscan el ser escuchadas en sus exigencias hacia el estado principal, medios de comunicación, etc. y se utiliza como una última forma de expresión ya que los medios masivos de comunicación y gobiernos tienden reprimir a criminalizar éstos actos.
Los medios masivos de comunicación son los principales en persuadir a la sociedad y es por eso que es muy importante identificar medios amarillistas que no escuchan a las víctimas o personas protestantes.